Volvemos al siglo IX, con esta novela de R.L Stevenson: El extraño caso del Dr.Jekyll y Mr. Hyde.
Curiosamente, son bastantes las cosas que coinciden con la novela de Shelley de la que hablamos ayer, a pesar de los casi 70 años de diferencia. ¿En qué se parecen?
Para comenzar, en la calidad de la obra. Stevenson es uno de los autores más considerados dentro del mundo de la literatura, y su uso de las palabras es excepcional. Tiene una capacidad casi mágica de hacerte ver las cosas que describe.
"Debo seguir una senda tenebrosa. Pesa sobre mí un castigo que no me es dado describir, y corro un peligro del que no debo hablar. Reconozco que soy el más encenagado de los pecadores, pero soy también el más desdichado entre todos los que sufren. Jamás imaginé que esta tierra fuese morada de dolor y espanto como los que me han tocado en suerte."
Coincide también en la tenebrosidad de la obra. En ambos casos hay un "monstruo", aunque en ninguno de los dos casos se descubre su esencia hasta el final.
Por último, y la parte que a mi más me gusta, es el juego entre el bien y el mal, el jugar -como en el caso de Frankenstein- con el alma humana, sacando sus aspectos más tenebrosos. Parece muy macabro, pero dentro del miedo que pueda ocasionar, es una novela que te hace pensar y recapacitar sobre ti mismo. Lo tiene todo.
En cuanto a la película, pasa como con muchas adaptaciones, sobre todo en novelas tan conocidas y antiguas: tienen muchísimas adaptaciones. Es decir, hay lo mínimo 30 películas de Jekyll & Hyde, sin contar telefilms y adaptaciones a teatro (que curiosamente, esta obra tiene bastantes).
Para este libro hablaremos también de la versión de 1931. Los inicios del cine fueron muy buenos para las películas de terror. Como ya hemos dicho, al no tener una tecnología tan avanzada, cualquier cosa en pantalla les daba miedo, así que os pedimos que os trasladéis de nuevo a los años 30.
Esta adaptación no es especialmente buena, pero me atrevo a decir que es una novela difícil de adaptar. El enfrentamiento entre el bien y el mal, y la forma increíblmente horripilante de describir a Mr.Hyde que tiene Stevenson es casi imposible de trasladar a pantalla, sobre todo porque cada uno se lo imaginará de forma diferente.
Destacamos que la diferencia entre hombre (Dr.Jekyll) y "monstruo" (Mr.Hyde) es potente, ya que el último está representado casi en forma de hombrelobo: para acentuar la diferencia. Además, el papel de Fredric March es excepcional.
¡Esperamos vuestro opinión al respecto!
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